sábado, 6 de diciembre de 2008

Oh!, Horacio san…,Oh! Horacio san…,- así reaccionaba Maki, despertando a Horacio, cuando entredormido, la ceniza de su cigarrillo estaba a punto de caer. Ella, rápidamente extendía su brazo, con el cenicero en la mano, para que la ceniza cayera a tiempo dentro de él. Era un gesto tan femenino.

Una de nuestras noches lavaplatos me dijo: - Horacio san dijo…, yo limpiar platos todos días! - , antes de terminar de decirlo nos estábamos riendo las dos a carcajadas, tan cómplices como si conociera nuestras dificultades de pareja a la perfección.

En charlas de sobremesa, de alguna manera, intentaba demostrarme que estábamos siendo más amigas.

Utilizando la mesa como base, levantando los brazos, con la palma de las manos hacia abajo y en alturas desiguales, era, en varias situaciones, su recurso para evaluar algunas cosas, en este caso, quién pronunciaba mejor una palabra en japonés, si él ó yo.

En momentos de charlas, entre Horacio y Maki, poco fluidas y en japonés, yo intentaba repetir palabras, tratando de decirlas como ella, en voz baja y evitando interrumpir. Pasados unos minutos, ella me demostraba, casi como una maestra de pre-escolar, que había estado escuchando, disimuladamente, mis repeticiones. Era entonces cuando ponía en funcionamiento su recurso para evaluar, y los brazos comenzaban a elevarse. Cuando los brazos volvían a los costados de su cuerpo, empezaba a mover la cabeza, como los perritos de juguete, esos que van de adorno en la luneta de los autos que pasean los domingos, así movía su cabeza, asintiendo que lo que había evaluado era lo correcto, como insistiendo en decir que Horacio pronunciaba peor, y repetía el gesto sin decir palabra, de una manera muy seria, entonces yo, fingía estar tan seria como ella, y al instante de dejar de mover su cabeza decía otra vez lo que al principio :- Lu chan acá!,…Horacio san acá!... .Pronunciando mi nombre con el brazo mas arriba, dándonos a entender nuevamente que, Horacio pronunciaba peor que yo.

De esta manera, la cual yo sentía de mucho ciudado hacia mí, ella abandonaba el dialogo que estaban manteniendo en japonés para incluirme en la conversación.